Sopa crema de calabazas

Receta de sopa crema de calabazas

La sopa crema de calabazas es una de esas comidas típicas que nunca está de más conocer para poder llevar adelante en cualquier situación. A toda la familia le gusta y está buenísimo tener un buen plato de sopa en la mesa, sobre todo en invierno. Esta receta que te facilitamos es fácil de preparar y muy sabrosa para tu paladar.

Para elaborar esta receta de sopa crema de calabazas necesitas de los siguientes ingredientes:


Una calabaza

Dos patatas

Un vaso de agua

Un vaso de leche

Mantequilla o nata

Queso rallado

Una pastilla de caldo

Sal y pimienta recién molida

En primera instancia, comienza pelando y cortando las patatas y la calabaza. Ponlas a hervir en una cacerola junto con el caldo, el agua y la leche. Una vez que estén a su punto, retira del fuego.

Coloca todo en una licuadora o procesador y licúa añadiendo un trozo de mantequilla y también queso rallado. Prueba y si hace falta agrega un poco de sal y pimienta. Si la preparación te ha quedado muy espesa, pues no tienes que añadir un poco más de leche y listo. Tendrás a disposición una exquisita sopa crema de calabazas para disfrutar en familia.

Cómo escoger las escarolas

Las escarolas son una de esas verduras de hojas verdes que suele ponerse fea con facilidad. Por eso mismo, nada mejor que escogerlas en su punto exacto y aprovecharlas de inmediato. De todos modos, aquí tendrás una serie de consejos que pueden resultarte de mucha utilidad para que estén en plenas condiciones.


Cuando te encuentres en el mercado y tengas que escoger escarolas, recuerda decantarte por aquellas que muestren sus hojas bien frescas, firmes, tiernas y con un color verde saludable. Aquellas que ya estén algo marchitas, con tintes amarillentos y pardos no te servirán para tu cometido.

La escarola, al igual que la gran mayoría de verduras de hojas verdes, no tiene un tiempo de vida garantizado y se marchita con facilidad. Por eso mismo, escógelas bien frescas y consúmelas lo más rápido posible para aprovecharlas en todo su esplendor.

Lo mejor que puedes hacer es guardar las escarolas en el refrigerador, en una bolsa plástica agujereada. Recuerda no lavarlas, ya que esto facilitará que sus hojas de pongan marchitas con mayor rápidez.

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